Paloma


Columba livia

Se trata sin duda del “ave – plaga” más importante en cualquier ciudad. Se las considera “ratas con alas”, entre otras cosa por la cantidad de enfermedades que pueden transmitir al ser humano. Podemos hablar de hasta 40 enfermedades trasmisibles al ser humano por la paloma, destacando algunas tan graves como la histoplasmosis (enfermedad fúngica que afecta al sistema respiratorio), la salmonelosis, la toxoplasmosis, etc.

Además, son portadoras de multitud de ectoparásitos (piojos, garrapatas, pulgas, ácaros), que podemos encontrar también en sus nidos.

Por todos es sabido el daño que ocasionan sus excrementos. La composición de éstos y la acidez que generan con su fermentación, provoca el deterioro de los edificios.

Los excrementos de las palomas, sus plumas, nidos pueden taponar drenajes, conductos de ventilación, ensuciar fachadas, balcones, ventanas.

REPRODUCCIÓN

La paloma se reproduce durante todo el año, con mayor incidencia en primavera y otoño. Su ciclo reproductivo es muy corto. La hembra pone normalmente 2 huevos de los que generalmente salen un macho y una hembra tras 17 días de incubación, en la que participan ambos progenitores. Los pichones dejan el nido en poco más de un mes, y cuando han terminado el aprendizaje, los progenitores vuelven a procrear.

COMPORTAMIENTO

La paloma es un animal monógamo, es decir, tiene una única pareja durante toda la vida.

 El hábitat de las palomas es muy variado. Construyen los nidos aprovechando cualquier material, desde sus propios excrementos, ramas o incluso esqueletos de otras palomas muertas.

Posee una gran capacidad de adaptación al medio. Crían en las oquedades de tejados o fachadas, aunque también nidifican en árboles. En raras ocasiones incluso pueden llagar a realizar los nidos en el suelo.

ALIMENTACIÓN

En áreas urbanas se alimentan de basura y desperdicios humanos fundamentalmente.

Pueden comer hasta medio kilo de comida cada día y con el fin de facilitar la digestión ingieren granos de arena

Las palomas tienen una gran dependencia del agua, ya que pueden sobrevivir durante días sin ingerir alimento alguno, pero no pueden pasar sin agua.

Las palomas, alimentan a sus polluelos con «leche de paloma» o «leche de buche». Esta leche se produce en el buche y es regurgitada tanto por el padre como por la madre. Los pichones sólo se alimentan de leche de paloma y a medida que crecen, la leche es sustituida por otros alimentos.